MODATIMA
Por qué no tenemos agua, MODATIMA y la Realidad de Petorca.
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El Código de Aguas de 1981 concedió los derechos de forma gratuita y a perpetuidad a los privados, declaró las aguas como un bien económico, separó la propiedad de aguas de la de la tierra (podemos ser dueños de tierra pero no del agua que ahí se encuentra), y categorizó los derechos entregados en consultivos (no hay que devolver las aguas usadas al caudal original) y los no consultivos (sí se deben devolver, como en el caso de las hidroeléctricas).
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Junto con este nuevo código de aguas, se desarrolla en Chile un nuevo modelo de agricultura, vinculado al aumento de participación de quienes tienen el dinero para instalar una explotación agrícola como negocio agroexportador, en la lógica de lo que aún se difunde como la “potencia agroalimentaria”. Este modelo monoproductor intensivo, extiende las fronteras agrícolas hacia sectores donde el suelo se erosiona, usa recursos hídricos que impiden a otros siquiera tener que beber y, lo que resta, lo contaminan con los químicos que se aplican para la producción. Este modelo primario exportador extractivista que existe en Chile considera el agua como recurso, y no como un bien natural indispensable para la vida de las personas, como también para la de los vegetales, para el funcionamiento de los ecosistemas y para la economías locales.
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Con esto se destruye el campesinado, se construyen las posibilidades de hacer vida de las comunidades que han estado por siglos en esos lugares. Se ha generado una migración forzosa, porque sin agua, lo demás no es posible. Pero se sigue usurpando agua, haciéndose pozos en aquellos lugares donde no se puede, porque es ilegal –aunque lo hagan impunemente- o simplemente porque ya no queda más agua que sacar. Se van secando las napas y con ello las posibilidades de vivir de todos y de todo.
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En este escenario chocan dos fuerzas que, aunque parecen dialogar entre sí, en realidad se oponen, son antagónicas. Una la que tiene la mirada puesta en el agua como el recurso escencial para la vida, para las vidas del planeta. La otra, la que asume que esta debiera solo ser accequible para quien esté dispuesto a pagar por ella. Nosotros como MODATIMA no estamos disponibles para respaldar esta última perspectiva, sino que estamos en el esfuerzo constante por denunciarla y quebrantarla.
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Hemos difundido la situación, nos hemos tomado las carreteras, hemos funado a los personajes involucrados, hemos visibilizado los hechos asociados a la usurpación del agua, y se han realizado las denuncias pertinentes, pero la falta de fiscalización de la DGA, la inhabilitación expresada por todos los actores del estado y los intereses económicos que existen en la colusión político empresarial por parte de los involucrados en las explotaciones agrícolas de la cuenca del río la Ligua y Petorca, no solo han dejado sin curso las sanciones, sino que han generado persecuciones a los que participamos de este movimiento.
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Hay quienes han decidido ponerse de pie y echar a andar por la recuperación de un bien escencial para la vida, como es el agua. Mientras no se entienda que el dejar al mercado la distribución y uso de este bien es un ataque a los derechos humanos, y mientras no se materialice la inclusión de agua como un bien de uso público en nuestra constitución, entonces seguirá nuestra lucha por su recuperación.
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Movimiento por la Defensa del Agua, Protección de la Tierra y Respeto al Medio Ambiente (MODATIMA)
